Este jueves, a las 19, se inaugurará en la sede del Museo de
La exposición, denominada Corsini canta en Buenos Aires, no busca sólo rendir tributo a su trayectoria, sino también recordar a través de partituras, fotografías y letras de tango, sus actuaciones, sus éxitos discográficos y la amistad que lo unió a otras figuras del tango nacional como Carlos Gardel, Gabino Ezeiza y José Betinotti.
En la inauguración de la muestra no faltará la música, ya que el cantante y coleccionista Pablo López Coda -acompañado por los guitarristas Omar Pereyra Maciel y Alberto de los Santos-, recreará en un número vivo el repertorio de Corsini.
A los cinco años llegó a Buenos Aires con su madre, quien abrió una fonda en el barrio de Almagro. Años después se trasladó a la provincia de Buenos Aires donde se acriolló. De regreso a Buenos Aires su sensibilidad lo acercó más a la música y a su vocación actoral.
La familia Podestá reconoció sus méritos y le permitió ingresar a sus filas y desde entonces su carrera se afianzó hasta llegar a ser uno de los cantantes más reconocidos de su época. Como ídolo popular sus canciones hacían furor así como sus presentaciones radiales y la edición de sus grabaciones difundió su talento por el país.
Conocido como El caballero cantor, era dueño de una voz muy particular que lo haría célebre con canciones como La Pulpera de Santa Lucía, Betinotti, Tristeza criolla y Caminito. Murió en Buenos Aires el 26 de julio de 1967.
La muestra podrá visitarse hasta el 8 de junio, de lunes a domingos y feriados de
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